Polca de Los Enanos (Requiere M.Flash)

Enanos de La Palma
Bajada de La Virgen de Las Nieves

Danza de los Enanos

 

Danza de los Enanos:
El desborde de una ilusión contenida durante 5 años

Cinco años han pasado desde que viéramos por última vez los pequeños zapatos de nuestros danzarines más entrañables a ritmo de polca.

Una vez más, grandes y pequeños, presos de la ilusión que desencadena el jueves de la Semana Grande de la Bajada de Nuestra Señora de Las Nieves, caen rendidos al encanto de la transformación.

Ya desde primeras horas de la mañana del jueves, se podía apreciar la magia que envolvía la ciudad. Los más pequeños aguardaban impacientes el misterio lustral de los Enanos, mientras que otros no tan pequeños retornaban a su infancia para vivir esta danza con la mayor de las inocencias.

Extensas colas en las afueras del Recinto Central desde las 4 de la tarde para ser testigos de la reaparición de nuestros Enanos, después de 5 extensos años de espera. Entre amigos y conocidos circulaban las mismas preguntas: ¿Desde qué hora estás aquí?, ¿A qué hora abren la puerta?, ¿Grada general o grada especial?, ¿Por cuál de las puertas debemos entrar?, etc.

Una vez dentro, y ya acomodados, daba comienzo la 1ª función después de escuchar una voz en off que nos invitaba a presenciar y disfrutar del espectáculo con la misma ilusión de un niño, de aquel niño que probablemente hace algunas ediciones también se sentaba alrededor de los enanos en aquella mítica plaza de Santo Domingo para dejarse engatusar por el espejismo de ese momento mágico y misterioso, que es la transformación inmediata de los 24 hombres en Enanos.

De la caseta que acoge el gran secreto inconfesable, salieron la peña y el coro que vestían de discreto caballero español, con bastón, capa y sombrero de copa (sólo los 24 hombres del coro). En sus rostros, emotividad y complicidad.

Tras la interpretación de la letra alusiva al secreto mejor guardado de los palmeros, los 24 componentes del coro se despedían como tal, adentrándose en la caseta, de donde saldrían segundos después convertidos en simpáticos enanos. Todo ello, gracias a la magia de este singular acto enmarcado dentro de nuestras Fiestas Lustrales.

Aplausos, gritos, y alguna lágrima que otra acompañaron la salida de los Enanos ya convertidos. Momento en el que la Banda Municipal de Música “San Miguel” de Santa Cruz de La Palma, dejaba escapar las primeras notas de la entrañable polca que haría vibrar de nuevo los corazones de palmeros y visitantes, después de una larga espera.

Al finalizar las funciones del Recinto, a nuestros queridos Enanos les aguardaba un público emocionado y deseoso de hacerse partícipes del misterio que envuelve esta tradición. Víveres, cantos, risas, conversaciones y hasta algún juego de mesa acompañaban la espera, que para muchas personas comenzó desde tempranas horas de la tarde. Miles y miles de personas se agolparon con gran expectativa en las calles O'Daly, Anselmo Pérez de Brito y en la Plaza de La Alameda junto al Barco de la Virgen, para sentir esta danza lo más cerca posible.

Sólo cabe felicitar a estos Enanos que dentro de su particular sufrimiento han llenado a los palmeros de orgullo, y han transmitido a los visitantes una experiencia inolvidable, en una tarde-noche para el recuerdo. Para estos Enanos sólo cabe una satisfacción, haber cumplido con la ilusión contenida que cada lustro se desborda y se refleja en las caras de felicidad del público, y que pueden apreciar desde su aspecto de enano danzarín. Eso y nuestro calor, compensan su sacrificio.

Por Nazaret O. Gonzalez.



Resumen Histórico

Dicha danza se ha conservado de manera ininterrumpida desde sus orígenes en el siglo XIX hasta la actualidad, siendo transmitida de generación en generación a través de una práctica continuada en la que ha primado el factor hereditario, y con la particularidad de que mantiene inalterable su estructura desde 1905.

La presencia de enanos en la fiesta de La Bajada tiene su origen en los actos del Corpus Christi, donde actuaban junto a gigantes, como era habitual también en algunas ciudades peninsulares, llegando a convertirse con el tiempo en uno de los números más populares de las fiestas tradicionales en España, a pesar de las reiteradas prohibiciones por parte de la Corona.

En sus inicios, la Danza no se circunscribía a la Bajada de la Virgen , sino que se representaba en cualquier conmemoración importante, tanto de la nación como de la propia isla; de hecho, la noticia más antigua que tenemos sobre su representación se remonta a 1833, con motivo de la proclamación de Isabel II como reina de España. Pero en realidad es muy poco lo que se sabe durante el siglo XIX, todo es bastante confuso y nos servimos en su mayoría de suposiciones, pues nadie escribe entonces sobre ella, salvo alguna noticia aislada. Habrá que esperar a la aparición del primer periódico palmero, El Time , el 12 de julio de 1863, para contar con referencias ex profeso que nos hablen de la Danza y que serán recogidas puntualmente cada lustro, desde 1865, por la prensa de la época.

Así sabemos, por ejemplo, que con anterioridad a 1905 intervenían enanos y enanas (aunque los danzantes siempre fueron hombres, pues a la mujer le estaba prohibida su participación -algo que continúa en la actualidad-) y que ya desde entonces los enanos varones sufrían una transformación, pero aún un tanto burda y ante el público. En esta época se bailaría con el ritmo de alguna polca original de Don Alejandro Henríquez Brito o de Don Higinio Carmona Pérez, ambos palmeros.

Fue en el año de 1905 cuando adquirió el espectáculo la singularidad que lo caracteriza: la transformación. Y es que, desde esa fecha, gracias al ingenio de Don Miguel Salazar Pestana, podemos hablar de una Danza con una clara estructura bipartita: una primera parte en la que los danzantes actúan representando diferentes personajes, con letra y música que varían cada lustro, siempre realizadas por autores locales; y una segunda que es sólo instrumental, cuya música, la polca compuesta por el palmero Don Domingo Santos Rodríguez, no ha variado desde 1925. La parte instrumental es siempre ejecutada por la banda de música local.

En lo que a la responsabilidad de la Danza se refiere, ésta ha corrido siempre a cargo de personas especialmente vinculadas por tradición al espectáculo y pertenecientes a una misma familia; un claro ejemplo es el caso de la familia Santos en cuanto a la composición musical. Asimismo cabe señalar que, aunque en principio no existiera, con el tiempo se instauró un examen de admisión debido a que había cierto conato de sucesión por consanguinidad y en el que los dos requisitos indispensables, además de ser nativo de La Palma eran, y siguen siendo actualmente, demostrar que se tiene agilidad para el baile y oído para el canto. En cuanto a las formas de aprendizaje, éste se realiza por imitación, siguiendo las indicaciones del director de baile.

De esta manera, todo se prepara para que el segundo jueves de julio se produzca el milagro: grandes y pequeños se emocionan y gozan con los enanos danzarines, esos seres mágicos y enternecedores que desde el atardecer hasta el alba bailarán para María de las Nieves a ritmo de polca; polca que se ha convertido en melodía emblemática, en el himno que todo habitante de La Palma reconoce como propio.

Por Fátima Bethencourt Pérez.


 

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